Yolanda Acosta escapa de la cárcel y planea huir con su hija, pero todo se tuerce al buscar a su ex pareja, el Perro. El Centauro le brinda protección a Yolanda y le confiesa que nunca ha dejado de pensar en ella y en lo que siente. Yolanda rechaza acostarse con el Centauro. El narco se venga, le ordena a sus hombres que la encierren y le quita la protección. La Querida le pide ayuda al Centauro para que le dejen ver a su hija Cristina, con quien por fin puede reencontrarse.